
Mientras sigo mi camino celebremos mis 80 años- Learning Letter 211
9 julio, 2025
EL EDITORIAL
Terminamos el mes de julio, un tiempo que comenzó el día 1 con la celebración de mi 80 aniversario. ¡Todavía me cuesta creérmelo! Fue un encuentro con la familia y amigos que me regalaron el cariño que tienen hacia mí y que a estas alturas de la película es lo que más adentro llega. Este mes no vamos a colocar aquí ninguna música, pero sí el “canto poético” que mi mejor amigo, José Manuel Blanco, me hizo durante el evento.
Estuve por La Rábida, clausurando el máster en gestión de personas dirigido por mis dos grandes amigas Yolanda Pelayo y María Jesús Moreno, que con medios escasos consiguen resultados espectaculares ¡qué grandes sois!
Seguí inmerso en el proyecto Calidad Pascual, una empresa familiar que aúna tradición e innovación y que es un referente de primer orden a nivel tanto nacional como internacional.
Hacía tiempo que no iba por Barcelona. Está preciosa y aunque se quejan de la invasión de turistas lo cierto es que se puede seguir disfrutando de su belleza arquitectónica y lugares singulares. Allí estuve con mis nietos que quedaron encantados.

Durante este mes compartí mesa y mantel con grandes personas que sé que me quieren como yo a ellos. Con Gudelio Oliver, con Juan Carlos Cubeiro y Jorge Carretero. Con Mª Ofelia Domínguez. Con Paloma Pola. Con José Manuel Blanco. Con Cipri Quintas. Con Mar Belver. Y con un subgrupo de los Areneros Boys, cosecha del 62, la mejor cosecha mientras no se demuestre lo contrario.
Todo un cúmulo de emociones y experiencias vitales compartidas. Gasolina para el alma.

Y seguimos así viviendo intensamente abriéndome al exterior y buscando en mi interior, en mi ser para seguir avanzando por un camino que desemboca, en 1a instancia en la muerte física que es precisamente el tema sobre el que se reflexiona en el artículo de esta Learning Letter.
La ciudad, Brihuega a dónde fui con mis hijas Luna y Sira en plena temporada de la lavanda. Preciosos los campos, preciosa la ciudad en la que yo había estado trabajando hace la friolera de 55 años atrás. Fue en una empresa que se llamaba Eurocerámica a la que iba una semana al mes cuando estaba en Bedaux Española. ¡Qué tiempos!

DE LA ESTIRPE DE ULISES escrito de José Manuel Blanco (1-4)
Conocí a Gasalla en Palma de Mallorca cuando él tenía 30 años y yo 25. El ofrecía un curso y yo lo acepté. Desde entonces hemos sido el uno para el otro cliente, proveedor, socio, colega, compañero, y, por encima de todo y, sobre todo, amigos. Después de tanto tiempo seguimos celebrando el haber sido bendecidos por la sosegada pasión de la amistad, una fortaleza y salvavidas ante la complejidad del mundo.
Hoy celebramos el largo viaje de 80 años de mi amigo Jose María y quiero compartir con vosotros cómo veo yo al viajero.
Aunque en los manuales de psicología académica no se recoge, pero mi experiencia me dicta, con toda certeza, que hay dos tipos de personalidades entre otras clasificaciones: los Aquiles y los Ulises.
Los Aquiles, el héroe de la Ilíada, quiere conquistar, poseer y proteger la fortaleza, la ciudadela, el hogar, la casa, quieren conquistar para ocupar, desean echar raíces. Construir la casa, las empresas y desarrollar los negocios. Los Aquiles levantan murallas para que dentro de ellas se viva y se conviva, protegidos de los de afuera, de los enemigos, de los riesgos del exterior.
Gasalla es un Ulises 100%. Como el protagonista de la Odisea, (“Háblame, oh musa, de aquel varón ingenioso que anduvo errante muchos años”, se dice en los primeros versos de la Odisea).
Anduvo errante
Ulises tardó 10 años en volver. La personalidad de los Ulises, frente a los Aquiles, es de alguien que abre las puertas, explora los alrededores, va más allá. Tienen hambre de horizonte, de saber cómo son los que habitaban más allá. Les zarandea, les remueve internamente, como a Marco Polo, Colón o Magallanes. La pulsión insaciable de curiosidad.
Ulises el ingenioso ingeniero:
A Ulises le califican y le nombran frecuentemente como el ingenioso, “fértil en soluciones y trucos”. Ahora los ingeniosos son los ingenieros. Gasalla es ingeniero e ingenioso, adicto a las soluciones y receloso de las especulaciones. Prefiere la experiencia a la especulación, la experimentación a lo consabido (“el pensamiento no puede tomar asiento” dice Aute), (“qué pasa si muevo esta pieza, o este sentimiento, o esta forma de ver…” dice mi amigo frecuentemente)
Entre las muchas soluciones ingeniosas que se relatan en el largo poema como la de atarse al palo mayor del barco, o taponarse con cera los oídos o atarse en la barriga de los carneros de Polifemo, la principal solución que Ulises aportó fue el invento del caballo de Troya, con el que se ganó la guerra. Mientras los demás guerreaban y sufrían y morían, Ulises buscaba y encontraba soluciones menos sangrientas.
El caballo de troya de la confianza
Cuando Ulises llegó, por fin, a las puertas de su casa en Ítaca y antes de darse a conocer a su mujer Penélope y a los familiares, se encontró con que su casa estaba ocupada, invadida por los antiguos amigos y conocidos del pueblo que acosaban a su mujer, se comían sus viandas y se bebían su vino. En ese momento, llevado por un impulso de venganza Ulises echó mano a su espada con la intención de matarlos a todos. Pero en el momento de desenfundar, anticipando una estrategia más exitosa, se dijo a sí mismo” paciencia corazón mío, paciencia”. Esa fue la primera vez, según los helenistas, que el hombre habló consigo mismo, ya no hablaba con los dioses ni con los semejantes, sino que abrió el camino de la subjetividad.
En su viaje, también Gasalla, Ulises Gasalla, en un momento de sus periplos profesionales, viendo la cantidad de conflictos, de desencuentros, de falta de entendimientos, en los equipos y en las organizaciones, se dijo a sí mismo “confianza , corazón mío, confianza” y construyó su caballo de troya, su modelo de confianza, con el que entra en la cultura de las organizaciones y en la mente de los profesionales, derribando barreras mentales y venciendo resistencias emocionales para inocular convivencia y sosiego donde antes había desencuentros y hostilidades.
¿Cuál es la gran lección de su viaje?: que no importa la meta, sino el camino. Los amigos que se hacen en el viaje, los encuentros, las conversaciones, las relaciones. Vosotros sois la prueba de que lo que digo es verdad.
Nos descubre que Ítaca no existe, que es una aspiración, que Ítaca es la infancia. Para los Ulises volver al hogar es la meta. En los días en los que los nostálgicos deseos de volver le agarraban el corazón, dice la Odisea, los aliviaba haciendo con su navaja unas miniaturas de madera, pequeñas construcciones en las que reproducía la cocina y el salón acogedor de su casa. Aquello que en esos momentos podía amortiguar el intenso deseo de volver. Eso significa Ítaca, el deseo de volver a lo que se tuvo, a lo que se pudo haber tenido, al paraíso de la infancia.
Para terminar, quiero compartir una confidencia: en los momentos de ocio, cuando paseamos por el bosque del monte del Pilar o hacemos un paréntesis de descanso cuando trabajamos, recitamos poesía. La poesía organiza la cabeza y activa el corazón, como describe bien este pequeño poema de Iglesias.: “cada cosa en su sitio/ el agua en el rio/ el grano en el trigo/ la nube blanca en el cielo limpio/ el abrazo de amor en las noches de frio”. Sonetos como el de Borges, como el de Lope de vega, como el de Blas de Otero y muchos otros.
Para este momento de celebración, he escogido unos versos que nos recitamos frecuentemente en los últimos años, el poema de Jaime Gil de Biedma titulado “No volveré a ser joven”. No queremos volver, ni él ni yo, porque preferimos la perspectiva que dan los años, arriba de la montaña.
Estos son los versos que nos convocan a vivir intensamente el instante
“Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
—como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
—envejecer, morir,
es el único argumento de la obra”
Final: Nuestra amistad ha sido un regalo para mí, por eso en esta noche amable y calurosa, en esta noche que estás rodeado de tus amigos, puedo decirte, en confianza amigo: te quiero, Ulises.

Artículo.

Al igual que tenemos que confiar en la vida y eso nos ayuda a vivirla mejor es importante confiar en la muerte y así poder morir mejor, más plácidamente, en paz con uno mismo, con los demás y con la vida que abandonamos.
He estado leyendo a Kübler Ross y esto me ha provocado el escribir este artículo sobre un hecho, hasta hoy irrenunciable, que aún siendo de las pocas certezas que tenemos con frecuencia tratamos de evitar hablar de ella: la muerte.
Para mí la muerte forma parte de la vida, es el punto final de la misma y como tal pienso, que en general, tiene que ver con la vida que cada uno ha decidido o no vivir. Y no me refiero aquí a situaciones extremas como guerras o de extrema pobreza en las que el ser humano es utilizado casi de mercancía para el beneficio de grandes poderes o de seres sin escrúpulos. Parto de la premisa de que lo que es bueno para vivir es bueno para morir. Y me refiero especialmente aspectos como nuestro estado mental, nuestras expectativas, nuestra actitud, nuestra forma de ver el mundo y a las otras personas, nuestro amor en nuestro vivir y en nuestro morir.
Quiero tratar aquí 3 principios que considero que nos pueden ayudar en nuestro vivir- morir.
1. DESPIERTA, ESPABILA A TU CONSCIENCIA
Vive intensamente el aquí y el ahora. No se trata de “quemarlo” pero sí de disfrutarlo, de saborearlo. De ser consciente de toda la belleza que nos rodea. Párate, acalla tu cabeza que tiende a llevarte a un futuro que aún no existe y que en la mayoría de los casos no se va a parecer al dibujado en tu mente. Acepta tus miedos, pero no les des el poder de que te impidan disfrutar de cada flor del camino. Es este el que importa, no la meta a traspasar. Siempre nos han puesto esas metas como señuelo (cuando termines el bachillerato, cuando seas graduado, cuando tengas novia, cuando tengas un piso, cuando seas madre, cuando trabajes de directivo... aspiraciones que van a significar la felicidad una vez las consigamos. ¿Y? Pues que muchas veces tanto mirar solo a ellas hace que dejemos de mirar, sentir, disfrutar de todo lo que hay entre ellas. Del rico y asombroso camino que vamos haciendo al ir viviendo. Cada uno delinea su propio camino. Si quieres o necesitas referencias mira a tu alrededor, pero elige bien a quienes mirar y además no te olvides de mirar a tu interior. Tú eres único y así es tu camino de vida.


El ser consciente de cada elemento de tu realidad exterior tiene que ir acompañado del ser consciente de tu ser interior y darle el peso que se merece. Acuérdate que, al ir recorriendo tu camino vital, tú eres el protagonista. La mirada interior nos protege de “voces” que aparecen en nuestra mente que nos impelen a ser otro para merecer y no ser excluido, para ser alguien.
Trabaja tu presencia ante cada momento de tu vida. Estate ahí, no te dejes llevar al pasado ni al futuro, ve y observa, oye y escucha, toca y siente, piensa, pero deja fluir.
Y acercándote a ese momento crítico que es la muerte, se consciente del amor que tienes y recibes de tu alrededor y si no tienes esa fortuna, del amor que has ido dando durante todo tu periplo vital.
2. REVISA Y VETE GESTIONANDO TUS ASUNTOS PENDIENTES
Con frecuencia nos vienen a la mente cosas, asuntos que tenemos por hacer. Vamos procrastinando, aplazando llevar a cabo cosas, temas que nos da pereza realizar o sentimos miedo, o no sabemos cómo afrontar o pensamos que no es el momento.
A veces son decisiones importantes que van más allá de comprar una nueva lámpara. Puede ser la de separarte de tu pareja o irte de tu trabajo. Otras veces, pueden ser conversaciones pendientes con algún ser querido y que tus miedos no te permiten realizar.
En otras ocasiones puede ser un simple “pedir perdón”, reconocer un error, destapar una injusticia o agradecer un favor ajeno.
Hay veces que se trata de expresar tu rabia, tu ira, tu enojo acumulado durante largo tiempo.


Hoy en día, en nuestra “carrera vital” vamos a veces a tanta velocidad, tan presionados por las demandas del presente que dejamos nuestro lienzo de vida dibujado a medias. Falto de trazos que teníamos que haber completado pero que en las prisas nos llevan a dejarlo a medias.
La principal sensación-emoción al completar algo es la paz que se instaura en ti. Y de la paz a la felicidad. Sientes que tu mente se calma, deja de dar vueltas. Eres tú el que domina tu mente y no al revés.
Limpia, aligera tu mochila de las sobrecargas que nos vamos poniendo encima. Elimina, corta, cierra, resuelve, decide. Vuelve a la base, a lo sencillo, a lo humano.
En esa etapa de la vida, que es la muerte, es importante llegar con esa sensación de paz y de ligereza. Esa es una buena plataforma desde la que despegar.
3. PROLONGAR LA NO VIDA O ALIVIAR LA VIDA
A veces se plantea la vida como una prueba de resistencia en la que lo importante es estar el mayor tiempo posible. Y el que lo consiga, gana. Pero ¿qué se gana cuando esa prolongación muchas veces ya no es vida sino simple supervivencia orgánica, ni siquiera humana? ¿Se vive, simplemente se sobrevive o incluso solo se sufre? Cada uno, en sus posibilidades debe elegir igual que se hace al vivir. Pero, es cierto que en general al acercarnos a la muerte nos volvemos más dependientes. ¿Os acordáis cuando éramos niños?
En mucho, la muerte se parece al parto. Es por ello por lo que cobra gran importancia la persona que está a nuestro lado y el amor que recibimos de ella. El amor, no conveniencia, no necesidad, no deseo, no apego. El amor que esa persona sienta por nosotros y nosotros por ella. Y siempre que hablo de amor me acuerdo de Maturana cuando decía aquello de “el amor comienza con la legitimación del otro como legítimo otro”. Aunque ese otro se esté yendo de nuestro lado.
No es tener por tener más vida al igual que no es tener por tener más cosas en la vida. Es cuestión de seguir siendo y cuando ya no encontremos ese ser en nosotros, dejarnos fluir hacia la nueva etapa.

Coplas por la muerte de su padre. Canción de Paco Ibáñez ‧ 1969
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte
contemplando
como se pasa la vida, como se viene la muerte
tan callando
cuan presto se va el placer cuando después de acordado
da dolor
como a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado
fue mejor
Este mundo es el camino para el otro que es morada
sin pesar
más cumple tener buen tino para andar esta jornada
sin errar
partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos
y llegamos
al tiempo que fenecemos, así que cuando morimos
descansamos
Los placeres y dulzores de esta vida trabajada
que tenemos
no son sino corredores y la muerte la celada
en que caemos
no mirando a nuestro daño corremos a rienda suelta
sin parar
y es que vemos el engaño y queremos dar la vuelta
no hay lugar
Esos reyes poderosos que vemos por escrituras
ya pasadas
con casos tristes llorosos, fueron sus buenas venturas
trastornadas
así que no ha cosa fuerte, que a Papa, emperadores
y prelados
así los trata la muerte como a los pobres pastores
de ganado
Después de puesta la vida tantas veces por su ley
al tablero
después de tan bien servida la corona de su rey
verdadero
después de tanta hazaña a que no puede bastar
cuenta cierta
en la su villa de Ocaña vino la muerte a llamar
a su puerta
Diciendo buen caballero dejad el mundo engañoso
y sus halagos
vuestro corazón de acero muestre su esfuerzo famoso
en este trago
y pues de vida y salud hicisteis tan poca cuenta
por la fama
esfuércese la virtud para sufrir esta afrenta
que os llama
Así con tal entender todos sentidos humanos
conservados
cercado de su mujer y de sus hijos y hermanos
y criados
y el alma quien se la dio, la cual la vio en el cielo
en su gloria
y aunque la vida perdió, dejonos harto consuelo
su memoria
