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EL EDITORIAL
Terminando Septiembre, comenzando Octubre, un mes que nos trae de pleno al otoño a los que estamos en el Hemisferio Norte. Y salimos del estío en el que ha habido generalmente días de ocio en mayor número que en otras épocas del año.
Volvemos a despertar y nos encontramos con un mundo convulso, en guerra, en el que se perciben conflictos por todas partes. Desde los que suceden a nivel político hasta los que cada uno tiene en su propia comunidad de vecinos. ¡Qué dificultad en entendernos, en armonizar, en poder caminar juntos!
Precisamente el artículo de esta LL se refiere a cómo persuadir, convencer a otros, en principio, para alinear fuerzas, aunque cada uno pueda utilizar esta técnica para cualquier cosa.
¿Y por dónde estuve durante este mes?
La primera parte del mes estuve terminando la Ruta Norte de los vikingos que me llevó desde Edimburgo, Islas Feroe, Islandia, Groenlandia, Canadá hasta desembarcar en Boston. Y de ahí a visitar a la familia a Nueva York.
Ya en Madrid, volví después de 15 años a dar una conferencia en la Casa Do Brasil donde pude saludar a su director Cassio al que no veía desde entonces. Allí fui para participar en el evento “Misterio de la Creación” que magistralmente montó la brillante Linda de Sousa, ¡Enhorabuena! Y no me sentí solo pues me acompañó mi entrañable amigo Raymundo Gallardo.
Estuve con un grupo de CBC, de la mano de INCAE, disfrutamos mucho el paseo de aprendizaje. Así da gusto seguir formándose.
La súper emprendedora Rosa Montaña me invitó a un programa de radio que codirige junto a Nacho Arias en Onda Cero:” Lovin´ You”. Hablamos de sexo y confianza. Interesante.
Otro evento en el que participé fue en el contexto del HR Innovation Summit que tuvo lugar en la Nave. Me invitaron Pedro Galván e Ioana Barsan a entregar sus diplomas de Ambassadors 2024 de Awards of Happiness. Fue un acto lleno de cariño y emoción. Muchas gracias Ioana. Aproveché para saludar a Willy Rodriguez, “el héroe anónimo del 11S”.
Estuve en Torrelavega por un tema de trabajo y en Mallorca visitando a mi amigo Jaume Mezquida al que tanto quiero y admiro.
Y terminé el mes yendo a oír al gran Roberto Carlos (RC) en el Wizink Center. La última vez, allá por 2009 resulta que Leila Navarro y yo mismo hicimos de “teloneros” de RC en dos conciertos que se realizaron en un crucero entre Santos y Bucios. Aquello fue muy especial. Hoy, RC esta mayor, ya no suena igual. Pero es un gran tipo y sigue en la brecha.
Y las fotos de este mes son las obtenidas durante la Ruta de los Vikingos (cuyo yelmo no llevaba cuernos) y que reflejan diferentes impactos de la naturaleza maravillosa de la que, de momento, podemos disfrutar en este mundo.
La canción del mes tiene que ser una de las que Roberto Carlos ha prodigado más: “Un millón de amigos”.
“Yo sólo quiero mirar los campos
Yo sólo quiero cantar mi canto
Pero no quiero cantar solito/Yo quiero un coro de pajaritos
Quiero llevar este canto amigo
A quién lo pudiera necesitar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo quiero amor siempre en esta vida
Sentir calor de una mano amiga
Quiero a mi hermano sonrisa al viento
Verlo llorar, pero de contento”
Artículo.
Todo está en continuo cambio. Ya lo decía Heráclito hace más de 2.500 años. Todo fluye. Pero seguramente no todo fluye para bien. Se perciben avances, pero también retrocesos. Yo, por lo menos, así lo percibo. O lo quiero percibir así porque me gusta ser optimista y no quedarme bloqueado ante los posibles retrocesos.
Me refiero aquí en el ámbito del desarrollo humano en cómo las personas avanzamos o no en nuestra poli naturaleza física, mental, emocional, espiritual y social.
Es cierto que por muy mal que veamos al mundo, que realmente está mal, quizás no lo esté tanto como hace 100, 500, 1000 o 2000 años atrás. Se mueren, proporcionalmente claro, menos personas por hambre, menos niños no alcanzan sus 3 o 5 años de vida, hay más igualdad socioeconómica y cultural, vivimos más años, tenemos más comodidades en nuestra supervivencia y existe una mayor posibilidad de sentirse libres para sentir, pensar, decir y hacer. Y no es que me conforme con la realidad actual, pero… seguimos dando pasos hacia adelante, aunque en el camino demos también pasos hacia atrás.
Y, en ese avanzar, “todo el mundo” se considera con derecho a hablar, a opinar e incluso a tratar de convencer, de persuadir.
Pero, una cosa es una opinión que emerge en un instante de una emoción y otra cosa es una opinión fundada en una investigación, un análisis, un estudio. ¿Es que habrá que prestarles la misma atención? ¿Es que vale lo mismo una opinión de una persona que no se molesta por contrastar y validar su idea con la de otro que sí lo hace?
Avanzamos en la vida aprendiendo de nuestros progenitores, familia en general, maestros, amigos, de personas que aparecen en nuestro camino y por supuesto de nuestra propia experiencia. Por eso solemos insistir, o al menos así lo hago yo, en que tratemos, en cuanto podamos elegir, de rodearnos de personas positivas que puedan aportarnos conocimiento o simplemente “modus vivendi”.
La queja trata de ser una resistencia a lo que es, a la realidad. Es como la no aceptación de lo que existe, es en realidad convertirte en víctima de los acontecimientos, de los cambios, en definitiva, de la vida.
Acepta la realidad y cambia lo que puedas cambiar
Para persuadir eficientemente hace falta al menos tener en cuenta principios que señala Robert Cialdini a los que voy a incorporar algún otro.
1.Aprobación social.
Todos nos dejamos influenciar por personas de nuestro entorno social a las que admiramos o respetamos altamente sus opiniones.
2.Autoridad.
Acudimos con frecuencia a los “expertos”, es decir especialistas en algún área de conocimiento que hace que su opinión esté mucho más fundada que la de otros.
3.Escasez.
Nos solemos sentir más atraídos y dispuestos a actuar frente a algo que pensamos casi se agota. Parece como si la escasez fuese un atributo de algo muy deseado por otros y por lo tanto bueno.
4.Simpatía.
Escuchamos más atentamente a aquellos que nos caen bien y la simpatía es una competencia fundamental para el fluir de la relación.
5.Coherencia.
Una vez que manifestamos nuestra opinión o valoración sobre algo nos sentimos impelidos a actuar coherentemente.
6.Reciprocidad.
Al recibir algo de alguien gratuitamente, o un favor o incluso un halago, nos sentimos como” en deuda” con esa persona. Es interesante la expresión que se utiliza en la lengua portuguesa para dar las gracias: “obrigado”.
7.Confiabilidad.
Para mí un principio al que no se refiere específicamente Cialdini pero que engloba a la mayoría de sus principios. Recordando cómo conseguir la CONFIANZA según nuestro modelo, hacemos hincapié en las 7 C´s
COMPETENCIA PROFESIONAL(EXCELENCIA)
CONSCIENCIA DEL OTRO (ATENCIÓN, RESPETO, EMPATÍA)
CLARIDAD (VERACIDAD)
COHERENCIA
CONSISTENCIA (INTEGRIDAD, AUTENTICIDAD)
CORAJE (ASERTIVIDAD, RESILIENCIA)
Y ya sabes, como cada mes desde hace ya 20 años mis últimos mensajes...
las tres ideas finales de cada mes...
1. Si sabes de algún colectivo que necesite impulso, motivación, ilusión, me avisas para darles una charla de impacto.
2. Si crees que esta Learning Letter le puede interesar a alguien que conozcas pásasela o compártela.
3. Y, lo más importante…
Y aún en estos tiempos... acuérdate de ir siendo feliz.
José María Gasalla
Conferenciante, escritor y Profesor de Deusto Business School. Ingeniero Aeronáutico, Doctor en C. Enonómicas y Empresariales. Diploma de Estudios avanzados en Psicología Social. Línea de investigacion “Confianza y Compromiso”, Presidente del grupo “Desarrollo Organizacional” y “Talentum”. Co-director del Máster de Coaching Ejecutivo en DEUSTO Business School. Evaluador del proceso de acreditación de Coach profesionales, senior y ejecutivos de AECOP (Asociación Española de Coaching).
3 Comments
Muchas gracias por guiarnos todos los meses, Maestro.
Pensamentos que inspiram. Obrigado… (a palavra portuguesa especial…)
Para adelante