El emprendedor se guía por un sueño, un propósito o una pasión que le impulsa. Y con esa pasión revoluciona su motor interno, pone su energía en movimiento para actuar sobre lo que le apasiona, actuación que tiene mucho que ver con el fluir.

En un rebaño todos siguen menos uno que emprende, que dirige. Todos siguen un camino, aunque sea sin saber hacia dónde se va.
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