
Si pretendemos vivir, confiemos- Learning Letter 209
7 mayo, 2025
EL EDITORIAL
Este mes el eje central y significativo de mi “ir viviendo” tiene que ser Venezuela en donde estuve casi dos semanas disfrutando, emocionándome, al compartir con ciudadanos, profesionales con un mérito enorme al seguir adelante en una situación tan complicada, yo diría crítica, como la que están sufriendo.
Devaluación continua del Bolívar, inflación de alrededor del 200%, más de 50% de la población bajo la línea de pobreza, una represión política constante con más de 1600 presos políticos, casi 8 millones de venezolanos que han salido del país en los últimos 10 años, la producción de petróleo que ya no llega al millón de barriles…
Nada más llegar al aeropuerto de Caracas, el anuncio bien visible con su foto, de “busca y captura” de Edmundo González Urrutia. Realmente me impactó…
Y a pesar de esta situación de multicrisis, me encontré con personas impulsando ideas y proyectos, innovando, buscando nuevas líneas de negocio y desarrollo. Confiando en un futuro y aunando esfuerzos para salir adelante. Con una energía y ánimo encomiable. ¡Bravo venezolanos!

Acudí allí, la segunda vez en estos dos últimos años, aunque ya había estado en el país otras 4 o 5 veces en diferentes épocas, de la mano de mi amigo Nelson Grios que había sido presidente de la Universidad Corporativa de Petróleos de Venezuela antes de la llegada de Chávez. Un gran tipo. Muchas gracias, Nelson por tu cariño, apoyo y tu capacidad para abrir puertas en todo tipo de instituciones y la más preciada, tu propia casa. Gracias Morelba, su hermana, por todo tu apoyo y compañía.
Comenzamos yendo a Isla de Margarita, antaño un emporio turístico internacional de primer orden a nivel mundial, hoy una isla muy bella con llegada minimizada de turismo exterior, aunque intentando mantener su identidad a base de turismo incipiente nacional.
Una gran experiencia, dando un par de conferencias a profesionales, a maestros y a padres y madres de adolescentes. En la Universidad Corporativa Sigo gracias, Raúl Reyes.
Allí estuvimos de la mano de Raúl Reyes, Ricardo Martínez, Lisette Lira y hasta tuvimos la oportunidad de disfrutar de la playa. ¡Qué gusto!
Estuvimos también con Stefany Sandía, gran emprendedora que crea futuros con sus ideas y proyectos.
Visitamos la UNIMAR (Universidad de Margarita) de la mano de su rector, Antonio Martínez Camacho. Preciosa Universidad en un entorno natural de gran belleza.


Volvimos a Caracas y allí tuvimos charlas en 3 universidades, la Católica, la Metropolitana y la Monteávila. Grandes experiencias con empresarios, profesores, equipos de gobierno y estudiantes.
En la Católica, fuimos conducidos por Gustavo García y la maravillosa Yleana Corredor.
En la Monteávila, una Universidad pequeña, pero con gran empuje, estuvimos con el Rector Guillermo Fariñas y el Director del Centro de Personas e Innovación Paul Rosillón.
En la Metropolitana tuve el placer de conocer a una persona de gran relieve cultural e intelectual, Luisa Mariana Pulido ¡qué gran señora! Hizo un resumen de mi conferencia en el que la mejoró sustancialmente. ¡Bravo!

Dimos una charla en el Hotel Eurobuilding a la que asistieron más de 800 personas. ¡Qué gran energía había allí!¡Cómo disfruté! Nuestra anfitriona, la directora Tachy Molina, ¡qué gran persona y profesional! Su presidente, Eduardo Zarikian. Allí también estaba una persona de gran relieve empresarial, el presidente del BNC, Jorge Nogueroles con su hija Victoria.
También estuvimos en la Fundación Polar que juntamente con Fundación Telefónica reunió a más de 300 maestros. Disfruté mucho con ellos. Allí estaba la directora de la Fundación Polar, Alicia Pimentel, maravillosa mujer, e Inés Sandra Machado, otra gran profesional junto con Carlos Alberto Hernández.

Estuvimos en la Cámara Venezolana-Española con su director Robert Concepción, emprendedor nato que impulsa la Cámara y también con el consejero económico de la embajada, mi paisano Fernando Varela una persona visionaria y con gran sentido gallego del humor.
Fui a hablar de CONFIANZA a Banesco. Estuvimos en la Ciudad Banesco durante un día completo pues dimos 3 conferencias. Por un lado, a un gran colectivo de profesionales, por otro a un grupo selecto de talentos y finalmente a la Junta Directiva. Profesionales de gran relieve con una actitud magnifica hacia el aprendizaje. Muchas gracias, Marco Ortega, Carlos Eduardo Millán, Chyyn Lujano y todo su equipo de Talento Humano. Sois estupendos.

Fuimos a Polar y allí disfrutamos con un gran número de participantes que acompañaron maravillosamente el mensaje de la CONFIANZA. Muchas gracias, Nicola, Ray y de nuevo a Alicia Pimentel que fue nuestra maravillosa prescriptora.
Y terminamos en Iksan Caracas, empresa familiar dedicada a la automoción. Muchas gracias Sarkiss Yammine.
Y dediqué un tiempo a disfrutar de manjares apetecibles y charlas inmejorables con personas maravillosas como Rosita Russian, Marjorie González, Mª de Los Ángeles Celis. Iván Acosta, (que magnífica persona), Yleana y Ray (¡qué chuletas de cordero!), Raúl, Ricardo, Lissette… ¡Un disfrute!
Ha sido una experiencia memorable de la cual he seguido aprendiendo de gente muy valiosa que navega en aguas turbulentas y no se dejan arrastrar por el desánimo.
Muchas gracias Venezolanos!

La canción del mes: Take That - Patience.

Artículo.

Y esto no lo afirmo yo, o al menos no solo yo, sino también Manfred Kets de Vries, un gran estudioso e investigador sobre liderazgo al que tuve la fortuna de conocer en el Insead cuando desde Euroforum, en donde yo estaba de director académico, dirigía un par de programas que realizábamos con ellos.
Hay muchos tipos de locuras y con repercusiones sobre otros, no solamente sobre el que la padece, de muy distintos grados, dependiendo de la gravedad de la locura (por decirlo llanamente) y de la influencia que tenga “el loco” sobre otros.
Por supuesto el concepto de locura está cargado de subjetividad. Con frecuencia nos encontramos con que lo que resulta raro, extraño, ilógico, extravagante o locura para unos es lo contrario para otros. En realidad, ¿quién es el loco?
Además, el efecto manada a veces nos hace actuar de forma que individualmente nunca lo haríamos. El punto de partida para nuestra actuación suele ser la realidad que cada uno percibe, pero ya, el gran Paul Watzlawick nos proponía preguntarnos: “¿es real la realidad?” Y ahí comienza el lío. Cada uno puede percibir una muy diferente realidad incluso antes de juzgarla en base a sus paradigmas, experiencias vitales o personalidad.
Lo complicamos aún más por nuestra tendencia a dividir el mundo en verdadero o falso, bueno o malo, blanco o negro, … cuerdo o loco.
También depende de cómo percibimos ese afuera. En mayor o menor orden. Y recordando el segundo principio de la termodinámica los sistemas sociales son entrópicos, es decir tendentes al desorden. ¿Es el desorden sinónimo de locura desde un observador anclado en el orden? ¿O puede ser también al revés? Un observador “volando” hoy en la línea del caos ¿cómo ve a aquél que se mantiene rígido esperando que todo siga igual?
Pero es que este desorden, este caos nos está trayendo una necesidad mayor de control, una necesidad de buscar nuevos héroes que restituyan el orden, no importa de qué forma. Nos encontramos entonces con déspotas, nuevos tiranos que no requieren de colaboración excepto de su aguerrida y protegida camarilla. Eso significa caminar hacia atrás en aspectos creativos, colaborativos, de libertad y de confianza.


Esa mirada de fe hacia el “Salvador” que ha llegado lleva consigo el que muchos decidan seguir a ese salvador atrincherados en la creencia de que el “personaje” (prefiero llamarle así antes que persona) tiene la respuesta y la solución para la crisis (multicrisis), para todo.
Además, esos seguidores, también creen que ante situaciones muy complejas y de gran desorden la solución va de la mano de la intensificación del control y de la limitación de libertades.
Por otra parte, este “salvador” y sus seguidores son conscientes de que el miedo puede ser una herramienta muy poderosa para someter a los todavía no convencidos.
Pero ya sabemos que el miedo trae el pasado al presente mientras la confianza trae el futuro al presente y además ese miedo nos invita a volver a utilizar como regidor de nuestro cerebro a nuestro “querido” sistema reptiliano. Y cuando esa mente de reptil opaca a nuestro neocórtex dejamos de tener capacidad para relacionar los hechos (unir los puntos que decía Steve Jobs) pues la función encargada de nuestro cerebro de crear patrones no funciona.
El caos es parte de la vida. La vida busca el orden, más utiliza la confusión (como también usa el modelo de Hipnosis Ericksoniano). Esto significa que son necesarias pocas reglas. El exceso de éstas nos lleva a un sobrecoste tremendo debido a la burocracia que se produce.
Precisamos, por el contrario, liderar cualquier organización combinando autonomía individual con acuerdos compartidos en base a valores y principios. Teniendo la libertad de descubrir cómo aplicar el valor o principio en cualquier situación. (Lo importante es el orden en que se coloquen los valores en el momento de la decisión). En vez de controlar a las personas con reglas y políticas, utilizamos algunos valores centrales para crear coherencia en el propósito de la organización. De esta forma damos a las personas el poder de su autonomía de forma que se potencia su autoconfianza y de esta forma se decidan a correr riesgos y llegar a sus metas al introducir los valores en las conversaciones cotidianas, y así estos aparecen vivos y no como decoración de paredes.


El compromiso de la gente está ligado a su libertad, autonomía, creatividad, discernimiento y confianza. Y eso se da en una organización con límites abiertos expandibles con un centro (atractor) fuerte, esencial y coherente.
¿Qué tipo de líder se necesita entonces? Será un líder confiable que acepte y se abra a su vulnerabilidad confiando en su equipo.
Se hace cada vez más crítica la selección de personas (“on boarding”) basada fundamentalmente en actitudes y valores. No todo el talento vale en cualquier organización. Cada una exige una sincronía entre liderazgo y talento.
En una próxima LL comentaré los principios que sostienen este modelo. Hasta entonces pues.
