ARTÍCULO: «Confiando, Celebrando, Amando»

Y para confiar en la vida, celebrarla e ir amando, se necesita conocer. Conocer y conocernos. Lo sabemos, pero… ¿lo hacemos?
Paracelso tiene un escrito precioso sobre el conocer…

«Quien no conoce nada, no ama nada.
Quien no puede hacer nada, no comprende nada.
Quien nada comprende, nada vale.
Pero quien comprende también ama, observa, ve….
Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor…
Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas, nada sabe acerca de las uvas»

Y por eso el amor hay que trabajarlo. Y cada uno tiene una forma de hacerlo diferente. Y, por otra parte, vamos siendo lo que buscamos. Y si se me preguntan qué voy buscando, cómo me voy sintiendo feliz, quizás respondería con 5 guías que definen mi camino:

1. Aprender continuo.

Es como mi gasolina, lo que me hace sentir vivo, y sintiendo que me queda mucho recorrido por delante… ¡qué gusto! En cada campo del conocimiento que me meto encuentro nuevos alicientes para profundizar en ellos.

2. Buscar nuevas experiencias.

Es la forma que utilizo para ir conociendo nuevos rincones de mí mismo, al lanzarme a nuevas singladuras. Y, yo, que en ocasiones casi creía que me conocía… ¡qué ignorancia la mía!

3. Luchar por la justicia.

Es algo que siempre tengo delante. La búsqueda de la justicia, la defensa de ella, el procurar la igualdad de oportunidades.

4. Procurar la libertad.

Creo firmemente que la persona desarrollada, la persona madura, actúa siempre desde su libertad. Y, está claro, al menos para mí, que en donde no existe libertad no habita lo humano.

5. Confianza.

El valor que posibilita cualquier relación humana, comenzando por la que tenemos con nosotros mismos.
Confiar es fluir, es ser uno mismo, es abrirse a los demás, es vivir.

Jose María Gasalla.