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EL EDITORIAL

 
A cualquier edad tenemos la opción entre el tormento fértil y el bienestar soso.

Pascal Bruckner

Los seres humanos somos seres tremendamente evolutivos, cambiantes y con grandes posibilidades de crecimiento cognitivo. Pero su ciclo vital parece como un círculo que se cierra y vuelve al origen cuando nos vamos haciendo mayores (me gusta lo de “grandes”). De pequeños nos encontramos en un estado de dependencia en el cual necesitamos del cuidado, la atención, la amabilidad, el amor de nuestros padres y esto mismo ocurre mucho más adelante, cuando ya somos mayores y nos acechan la enfermedad y todo tipo de achaques, que volvemos a necesitar de la amabilidad y el cariño de otros. Y sentimos que nuestros padres ya no estén para volver a cuidarnos.
Desde esa consciencia de que más adelante vamos a necesitar de otros, ¿cómo es posible que en el medio del camino no mostremos amabilidad, cuidado, ternura hacia otros?, ¿es que nos olvidamos de nuestros principios y no somos capaces de imaginar nuestro posible final?
Parece entonces que hay cosas que van y vienen en la vida. Nuestro nivel de dependencia es una de ellas. Pero también lo puede ser el sentimiento de felicidad. Hay algún modelo que habla de la U de felicidad afirmando que alrededor de los 20 años está uno en máximos, después vamos bajando hasta los 45-50 y a partir de esa edad se comienza a subir de nuevo (comienzas a tener menos responsabilidades, sobre todo familiares...)

De cualquier forma, depende mucho de como llevemos física y emocionalmente nuestro envejecer.
Y de esto va el artículo de este mes. De cómo conseguir un envejecimiento activo en el disfrute que como dice Bruckner podamos mantener pulsión y serenidad. Es un tiempo también para saborear los aprendizajes conseguidos a través de una larga vida.
Este mes aparecen fotos del paraje del INCAE, en La Garita, Alajuela, Costa Rica. Allí estuve disfrutando con mis maravillosos alumnos del PAG (Programa de Alta Gerencia).
Y la música que nos acompaña es el conocido “Bolero de Ravel“ que parece nos va señalando la pulsión de nuestra vida con sus toboganes que nos hacen vibrar.
VIDEO MUSICAL: Bolero de Ravel

LL177 – article

Articulo.

Y a mí me pasa sobre todo cuando me miro al espejo que es cada día. Me da la risa ver mis arrugas, mi barriga …
Como casi todo está en nuestra cabeza, es decir en nuestras creencias, nuestras expectativas, nuestra forma de ver la vida, que nos llevarán a nuestra actitud vital y a nuestra realidad que en definitiva viene definida por nuestra percepción.
Así, ante realidades externas y objetivas similares, uno se puede sentir muy mal, desesperado y otro sentirse muy bien e ilusionado.
Ante la vejez, sucede lo mismo. La realidad objetiva es que nuestras capacidades físicas van disminuyendo y hay más probabilidades de que la salud vaya también siendo peor con mayor número de enfermedades al acecho. Esa realidad la podemos afrontar, sin embargo, de formas muy dispares.
Aquí van 12 ideas, reflexiones, sugerencias (nunca me han gustado las recomendaciones, ¿quién soy yo para recomendar algo a otro?) que intento aplicarme a mi mismo para vivir ese “envejecimiento activo” en el que pueda mantener mi dignidad, alegría y deseo de vivir. En definitiva, el poder encontrar razones para levantarnos cada día.
1. Soy consciente que todavía no soy, estoy siendo, voy creciendo y se que me iré sin estar terminado.
2. Me gusta ser mayor (“grande” como se dice en algún país latino) porque me siento más libre de decir, sentir y hacer conforme me parece.
3. Miro más a la persona que refleja mi espejo y aprecio pequeños detalles e incluso deterioros físicos que me hacen reír o al menos sonreír. Los acepto y los quiero.
4. Me doy cada vez más cuenta de una gran paradoja: soy yo, ser individual, único pero que va siendo en base a mis relaciones con otros y va a ser cada vez más dependiente.
5. Y como dice Jaramillo: “Te amo, pero soy feliz sin ti” lo que significa que es muy importante que yo me sienta bien para poder estar bien con otros. No se puede dar lo que no se tiene.
6. No avergonzarme de manifestar en público que me siento bien (si así es) y “voy siendo feliz” aunque puede haber a algunos que nos les guste( no suele ser “intelectualmente correcto”). Y también me gusta decir cuál es mi edad.
7. Sigo planeando y abriendo proyectos a nivel personal y profesional. Siempre tengo algo pendiente que me ilusiona. Como decía Norberto Bobbio: “Corro a mi ruina; donde dejo de correr, allí está mi ruina”
8. No me arrepiento de nada de lo que he vivido. Si acaso de haber hecho daño a otros sin intención. Y el daño que a mí me hicieron, allí se queda. Seguro que fue parte de mi aprendizaje. Y si no aprendí, peor para mí.
9. Soy consciente que una vez nací (29/03/1945) pero que muchas veces he renacido, renazco. Sigo explorando, experimentando, pulsionando a la vez que disfruto de mis rituales.
10. Y yo que pensaba que cada vez podría escamotearme de ser tan responsable como he sido, me aparece una responsabilidad cada vez más apremiante, que es cuidarme sabiendo que cuanto mejor me cuide mejor voy a cuidar a otros. Nuevamente la misma fórmula.
11. Aunque soy consciente de mi creciente dependencia y que ya no puedo pegar saltos como lo hacía 40 años atrás, me he propuesto seguir dirigiendo mi propia vida y no caer en esclavitudes que otros me ofrecen-exigen.
12. Y sigo CONFIANDO en el ser humano como ser imperfecto con defectos y debilidades, pero con la opción de ser muy grande por su inteligencia, pero sobre todo por su gran potencia que es el AMOR.
Final

Y, como siempre, las tres ideas finales de cada mes….
1. Si sabes de algún colectivo que necesite impulso, motivación, ilusión, me avisas para darles una charla de impacto.
2. Si crees que esta LL le puede interesar a alguien que conozcas pásasela o compártela.
3. Y, lo más importante…

Y aún en estos tiempos... acuérdate de ir siendo feliz.

José María Gasalla
José María Gasalla
Conferenciante, escritor y Profesor de Deusto Business School. Ingeniero Aeronáutico, Doctor en C. Enonómicas y Empresariales. Diploma de Estudios avanzados en Psicología Social. Línea de investigacion “Confianza y Compromiso”, Presidente del grupo “Desarrollo Organizacional” y “Talentum”. Co-director del Máster de Coaching Ejecutivo en DEUSTO Business School. Evaluador del proceso de acreditación de Coach profesionales, senior y ejecutivos de AECOP (Asociación Española de Coaching).

3 Comments

  1. Muy bonito El articulo y muy actual

  2. Jesús Sáez dice:

    Siempre tan impactante, enhorabuena por el artículo.

  3. lluis vial oliveras dice:

    Como siempre una lección de realismo y objetividad.

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