Aversión a la diversidad

La persona que vive en la desconfianza tiende a aproximarse a aquéllos con los que tiene alguna cosa en común, interés, forma de pensar, origen y otros elementos con los que se sienta identificada. Atraídas por sus afinidades, las personas se reúnen en grupos que acostumbro a denominar microguetos. En ellos los lazos de confianza son fuertes y estrechos, pero en contrapartida hay una desconfianza muy grande en relación a otros microguetos. Se instala entonces el pensamiento excluyente, por el cual usted no puede tener la confianza del microgueto A si tiene algún tipo de relación con el microgueto B, es decir, ‘no puede ser mi amigo si conversa con mi enemigo. Esta es una situación que con frecuencia se da en todo tipo de organizaciones. Yo, de hecho, la viví en mi etapa de profesor universitario. ¡Era una verdadera lástima!

En un sistema de pensamiento con estas bases, se suele confiar en lo conocido y automáticamente se desconfía de lo desconocido. Lo diferente se convierte en una amenaza y, en consecuencia, se va creando una verdadera aversión a la diversidad. Y de ahí a la xenofobia hay solo un paso. Sin embargo, nos guste o no la diversidad está en todas partes, impulsada por las corrientes migratorias cada vez más intensas en el mercado global en el que ya todos estamos operando. Las personas se mueven de Oriente a Occidente y de Sur a Norte en busca de mejores condiciones de vida, cuando no por simple impulso de sobrevivir.

Trasladando esta realidad a las organizaciones de hoy, no es difícil percibir el problema que la falta de confianza puede causar. Las empresas se están internacionalizando, se vuelven globales, instalándose en otros países, realizando alianzas, fusiones, acuerdos con empresas de otras nacionalidades, incluso con empresas cuya propiedad ya no está clara debido a la composición de su capital, que puede ser de múltiples nacionalidades y muy variable en el tiempo. Con esta situación, se vuelve cada vez más común la convivencia de personas de diferentes nacionalidades, etnias, idiomas, religiones o costumbres. Esta necesaria convivencia puede aportar grandes ventajas a las empresas al comprender mejor diferentes culturas y posibilitar así un mayor desarrollo personal y el aprendizaje de unos con otros en relaciones de interdependencia. Pero ¿cómo se va a realizar esta convivencia en un ambiente en el que no exista la confianza? Difícilmente, incluso podríamos decir que la diversidad se convierte en adversidad y pasa a ser un factor que dificulta y empeora la fluidez de la organización.

(fragmento del Capítulo 2 del libro ‘Confianza, la clave para el éxito personal y empresarial‘, de José María Gasalla)

Continuará…