Recuperar la confianza
11 febrero, 2015Necesidad de controlar
12 febrero, 2015La utilización intensiva de la vigilancia es una característica de las organizaciones en las que el miedo funciona como instrumento de gestión. Esta forma de proceder dio buenos resultados en las empresas estáticas, cerradas y repetitivas del pasado, ya que la única cosa que las personas tenían que hacer era lo que decía el jefe o determinaba la norma. Bastaba eso para que las cosas funcionasen, en base a repetir la misma forma de actuar que dio buenos resultados en años anteriores.
Ocurre que, en el mundo competitivo y dinámico de hoy, las empresas no tienen ninguna garantía de éxito al repetir sus actuaciones de años anteriores y tampoco pueden utilizar el miedo como instrumento de gestión de los talentos que le son tan necesarios. El miedo hace que las personas se cierren, no se comuniquen, no arriesguen, no se desarrollen, no creen.
Sin eso, no hay innovación, no hay eficiencia competitiva, no hay éxito.
Dejar de practicar la gestión basada en el miedo no es simplemente una cuestión moral, de acertado o equivocado: es también y sobre todo una cuestión de eficiencia y resultados. Por el mismo motivo, por ejemplo, las empresas llevan a cabo proyectos de responsabilidad social corporativa que, seamos realistas, no se valoran tanto por hacer bien a ciertos colectivos, por crear una sociedad más justa y equilibrada, como por motivos económicos. Si el consumidor percibe que la empresa desarrolla actividades de naturaleza social, está preocupada por el bienestar de la comunidad y el desarrollo de las personas, se sentirá inclinado a comprar con más frecuencia sus productos o servicios.
Si las empresas no adoptan acciones progresistas por convicción de que es lo mejor que se puede hacer, que sea al menos por la necesidad de seguir una tendencia para la cual no hay escapatoria. Lo que importa es que abandonen el miedo como instrumento de gestión; de lo contrario, su supervivencia estará seriamente amenazada.
(fragmento del Capítulo 2 del libro ‘Confianza, la clave para el éxito personal y empresarial‘, de José María Gasalla)
Continuará…
3 Comments
Gracias maestro por seguir inspirándonos con tu ejemplo!
Gracias a ti Juan Carlos.
Un abrazo
De nuevo Jose María un encantada de conocerte gracias a Expocoaching.
Y para añadir un enfoque desde otro color a tu post y al mismo tiempo manteniendo la esencia del mismo me llegó la pregunta ¿Y ese control o vigilancia o supervisión excesiva es por temor a que suceda algo que, aún no ha sucedido? ¿Qué preocupa a las empresas; bueno más bien a los directivos, ejecutivos y en general cualquier empleado? La realidad dice que hay muchas preocupaciones: pagar nóminas, generar un x% de Bªs, ganar cota de mercado, vender la empresa, pagar a proveedores, conseguir un buen equipo, tener ideas brillantes, etc etc,etc
Y esa realidad la conforman las diferentes realidades de cada persona que trabaja en la empresa. Y ello significa que las personas pueden «apalancarse» en procesos eficientes y eficaces a través de poner en marcha mecanismos que les empodere y les potencie como individuos o «apalancarse» en procesos caducos y nocivos que les haga sentirse víctimas y sirvientes. Aunque la elección siempre es del individuo, es cierto que la masa tiene un gran peso; tal vez por eso los procesos de cambios en las empresas y organizaciones son lentos porque apostar por empoderar a un individuo o a muchos pueden entrar en pánico aquellos «gerentes, presidentes, CEO, directores, supervisores, etc » de que se vaya tan cualificado prospecto» Sin embargo, si todos hacen lo mismo cualificar y potenciar individuos llegará un momento en que ya no se competirá por cota de mercado, sino por cota de individuo.